viernes, 28 de diciembre de 2007

Amenazaron de muerte y deportaron a un turista tucumano en México


Ernesto Lencina fue obligado a subir a un avión de regreso al país sin explicación alguna.

Supuestos agentes de seguridad del aeropuerto internacional del Distrito Federal mexicano detuvieron a un turista tucumano y lo expulsaron de ese país el 26 de noviembre pasado. Durante tres horas, el mecánico Fabián Lucena, permaneció encerrado e incomunicado. Lo amenazaron de muerte y hasta lo obligaron a cantar el himno nacional para comprobar si era argentino. Nadie dio explicación alguna de lo sucedido. El Inadi realizará una presentación en la Cancillería argentina. Esperan que la embajada mexicana en Buenos Aires aclare el motivo de la deportación. Juntaron dinero todo el año para que uno de ellos pudiera tener unas vacaciones distintas. El azar determinó que el esfuerzo económico de todo un año de trabajo beneficiara a Ernesto Fabián Lucena. México era el destino soñado; pero terminó en la peor pesadilla. El 26 de noviembre pasado, este mecánico tucumano fue deportado y amenazado de muerte por fuerzas de seguridad del aeropuerto internacional del Distrito Federal (DF) mexicano que lo interrogaron y le impidieron ingresar a ese país. Tenía pensado permanecer diez días en ese país; en cambio, lo mantuvieron e incomunicado tres horas en una oficina del aeropuerto.

Ayer, junto a Rafael Montes, gerente de Servicios al Cliente de la empresa Citrus Service para la cual trabaja, Lucena presentó ayer una denuncia en la Delegación Tucumán del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). Consultada por primerafuente, la titular del organismo, Graciela Cárdenas, adelantó que se elevará hoy el caso a la sede central en Buenos Aires que se encargará de hacer las presentaciones pertinentes en la Cancillería argentina. Se estima que en las próximas horas, la embajada mexicana en el país deberá aclarar qué pasó con el turista argentino.

Ni bien arribó a México (a las 19.10, hora local), mientras se aprestaba a realizar la tramitación pertinente de ingreso en la oficina de Migraciones del aeropuerto local, Lucena fue abordado por un particular (aparentemente un policía) quien, sin identificación alguna, le exigió la presentación de su pasaporte y ficha de migración, entre otros documentos.

Tras chequear los papeles, el agente exigió a Lucena que lo acompañe a una oficina contigua donde fue interrogado por otra persona (armada y de traje) que tampoco quiso identificarse, según denunció la víctima en diálogo con primerafuente.

“Me preguntaron de donde venía pero nunca me creyeron que era argentino. Me obligaron a cantar el himno nacional, me preguntaban cómo era Tucumán, cuáles eran nuestras comidas típicas y todo el tiempo se burlaban de mí. Sentí esto como una tortura sicológica, me sentí muy mal. Fue una humillación”, relató Lucena, de 33 años y padre de tres hijos.

El momento más tenso del interrogatorio, del que participaron dos hombres y una mujer (se sospecha que serían de la oficina de seguridad interna del aeropuerto y del área de migraciones), fue cuando uno de los agentes le preguntó desafiante: “¿Ahora qué hago? ¿Te mato?”. Tras la amenaza, el mecánico tucumano fue encerrado en una habitación contigua en la que permaneció incomunicado durante dos horas. Jamás nadie respondió qué sucedía y cuál era el problema con él.

Tras esto, una persona identificada con la aerolínea Mexicana de Aviación le informó que debía abordar en forma inmediata el vuelo 1691 de esa empresa (con horario de salida a las 22, hora local) con destino a Buenos Aires para concluir con su deportación. De esta persona tampoco pudo obtener explicación alguna de lo que había sucedido. Hasta que Lucena subió al avión, todo el tiempo estuvo custodiado por un policía.

Lucena tenía pensado permanecer en la ciudad de Monterrey durante diez días (su plan era regresar al país el 10 de diciembre) donde iba a tomar contacto con sus colegas de la sucursal local de la empresa para la que trabaja. “Se trata de una iniciativa de camaradería entre las sucursales de México y Tucumán para que los trabajadores puedan viajar y conocer otros lugares. Nos duele todo lo que pasó. Nuestros compañeros en México, al enterarse lo sucedido, se sintieron muy mal. Tomaremos todos los caminos legales necesarios para que se aclare que sucedió”, afirmó Montes a primerafuente.

http://www.primerafuente.com.ar/nota.asp?id_nota=38823

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por mi que no dejen entrar a ningún argentino a México. Solo vienen a mamar los empleos que nosotros mismos le estamos quitando a nuestra gente. Llegan y se adueñan de nuestro país con sus ínfulas de superioridad y criticando a México y a los mexicanos, olvidándose de que es el país que les da de tragar.