Durante los festejos por el triunfo de la Selección Mexicana sobre Estados Unidos (5-0) para adjudicarse la Copa de Oro, los agresores vieron a los holandeses y gritaron: "Maten a los gringos"... "Sáquense de aquí, culeros".
Un grupo de aproximadamente 50 personas se fueron en contra de la familia Vrooijink. Se burlaron de ellos y los bañaron con espuma, pero las risas se transformaron en agresiones.
El problema se agudizo cuando los sujetos exigieron a una de las jóvenes que se quitara la blusa.
Pero, Merle Vrooijink, junto con su hermano Ivo, de 24 años, y su novia Yoske Behrens, de 21, escaparon hacia las calles de Versalles y Amberes, en la Zona Rosa. En su huida, fueron agredidos con piedras, botellas de refresco y latas.
Alrededor de las 18:50 horas, los padres de la familia, Ben y Marjo, y su hija Sharon, desconocían el paradero de sus seres queridos por lo que buscaron contactar a funcionarios del Gobierno mexicano o de su Embajada.
Pero la familia holandesa tuvo problemas para comunicarse con la policía, ellos además de su idioma natal hablan inglés, pero no lograban comunicarse en español.
La madre de Ivo, Sharon, y Merle en su desesperación solicitaba ayuda de las autoridades: "Necesitamos que alguien nos diga que nuestros hijos están bien, queremos hablar con alguien pero los policías no nos entienden; tenemos miedo de que le hagan daño a mis hijos".
Luis Guillermo Acevedo, de origen mexicano, fue quien ayudo a los jóvenes holandeses para que se reunieran de nuevo.
Acevedo, de 25 años, encontró a los jóvenes perdidos en Avenida Monterrey y los condujo de vuelta hacia el Paseo de la Reforma, lugar donde la SSP-DF ya había montado un operativo y detenido a algunos de los agresores.
Además, Ben Vrooijink dijo que sus agresores les robaron celulares, relojes, anillos y dinero en efectivo, con un valor aproximado de 400 dólares.
Pero, pese a lo ocurrido, los agredidos no presentaron denuncia debido a que están muy asustados por lo ocurrido y no lograron darse a entender plenamente.