sábado, 23 de febrero de 2008

Obama alienta esperanzas entre los negros de México

MEXICO, D.C.

Los medios de comunicación en México han coronado a Barack Obama como el ''Kennedy negro'', interpretando su firme candidatura como una señal de que Estados Unidos, finalmente, está entrando a la edad de la iluminación racial.

Obama ha creado un clamor en la blogósfera del país y entre las clases educadas, que lo ven como la encarnación del sueño americano.

Pero, con todo y los elogios públicos, la candidatura de Obama también abrió una ventana a las propias relaciones intranquilas de México con respecto a la raza y el trato de la corriente popular de la sociedad hacia la comunidad afromexicana, en su mayor parte olvidada y asolada por la pobreza.

''Para México, no hay negros: no existen'', dijo Israel Reyes Larrea, coordinador de una asociación civil de afromexicanos en la costa del estado de Oaxaca.

Reyes dijo que la candidatura de Obama es vista como un faro de esperanza dentro de la comunidad afromexicana de Oaxaca, la cual experimenta algunos de los mayores índices de emigración hacia Estados Unidos.

Muchos mexicanos negros creen que si Obama estuviera al frente de la presidencia estadounidense, quizás se podría arrojar un poco de luz sobre y mejorar la situación de los afromexicanos. Se estima que 500,000 afromexicanos, o menos de uno por ciento de la población del país, viven principalmente en comunidades aisladas a lo largo de las costas mexicanas.

''En Obama, nosotros vemos la cristalización de un sueño'', comentó Reyes.

Fuera de las comunidades de negros en México, las actitudes hacia Obama son tan contradictorias como las actitudes hacia la raza en México, nación que ha consagrado la igualdad social en su Constitución.

''Yo no confío en la gente negra'', comentó Guadalupe Chávez, ama de casa de 65 años, en Ciudad de México. ``Que Dios ayude a los estadounidenses si Obama gana . . . él me transmite la impresión de alguien que solamente desea ayudar a la gente de su raza''.

Ese sentimiento no se encontró por ninguna parte entre mexicanos más jóvenes que fueron entrevistados en el sur de Ciudad de México en fecha reciente.

''En el siglo XXI, es absurdo pensar que el color de una persona tiene tanta importancia'', dijo Karen Ibarra, profesora de Música de 28 años. ``A mí no me sorprendería que Obama terminara ganando: es carismático, joven, tiene ideas innovadoras y, si yo fuera estadounidense, votaría por él''.

Pero, más allá de la visión positiva que albergan algunos mexicanos con respecto a Obama, yace al acecho una relación más complicada con los mexicanos negros; realidad capturada en chistes, estereotipos que se repiten con frecuencia y una intensa, aunque tácita, fijación con el tono de la piel.

''Vivimos en la negación'', señaló Rossana Fuentes Berain, experta en relaciones internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México. ``Nosotros nunca admitiríamos que albergamos actitudes racistas. Enmascaramos la conciencia sobre la raza con una conciencia social y de clase''.

Por siglos, México ha fundamentado su identidad en la ideología del mestizo, la mezcla de sangre de españoles blancos y pueblos indígenas de piel morena. Sin embargo, esa concepción, se quejan muchos afromexicanos, termina excluyendo a la minoría mexicana de orígenes africanos.

Durante el período colonial, los afromexicanos superaban en número a los españoles -- y por mucho --, en tanto dos héroes de la historia prerrevolucionaria de México, José María Morelos y Vicente Guerrero, eran de ascendencia africana.

No obstante, la presencia africana en México ha retrocedido en la conciencia nacional desde esos tiempos. Algunos académicos han destacado el aislamiento geográfico de comunidades afromexicanas -- mayormente fundadas intencionalmente en remotas áreas como refugios para esclavos fugitivos -- como uno de los factores que contribuyen a un mayor aislamiento de la comunidad respecto del resto de la sociedad mexicana.

Nunca surgió un movimiento por los derechos civiles como el de Estados Unidos en México, cuyas leyes nunca institucionalizaron el racismo como en el sur de Estados Unidos. No fue sino hasta los años 80 que una semblanza del movimiento de ''orgullo negro'' surgió en México.

Además, atisbos de la incómoda relación de México con la raza han salido a la superficie en años recientes.

En el 2005, el gobierno mexicano decidió poner la imagen de un niño negro caricaturizado en un estereotipo en una estampilla conmemorativa.

La figura de Memín Pinguín, con sus labios y nariz enormes, es amado en México como el personaje de una tira cómica con el que muchos mexicanos crecieron. Sin embargo, con todo y las protestas de estadounidenses negros y la comunidad afromexicana cada vez más vocal, el gobierno mexicano y la mayoría de los mexicanos se negaron a conceder que hubiera cualquier elemento inapropiado con respecto a la celebración de Memín Pinguín.

Carlos Tello Díaz, columnista mexicano que escribió en la época de la polémica, dijo que el episodio ofreció una mirada inusual, en bruto, a las relaciones de México con la raza: ``Los vemos como si estuvieran aparte de nosotros, no los identificamos como lo que son: una parte de nuestras raíces, debido a que no los vemos a nuestro alrededor''.

Los medios de comunicación mexicanos se han centrado en Obama como un símbolo del cambio en las relaciones de Estados Unidos con la raza.

Reyes, director de la organización afromexicana, dijo que abrigaba la esperanza de que una presidencia de Obama conduzca a un trato mejor para los afromexicanos. Los poblados afromexicanos regularmente presentan algunas de las mayores tasas de pobreza en los estados más pobres de México.

''Los poblados negros de México necesitan ser incluidos en los planes del gobierno, necesitan recibir apoyo, así como reconocimiento'', advirtió.

Muchos partidarios de Obama en México también creen que como integrante de una minoría, Obama estaría más sintonizado con la dura situación de mexicanos indocumentados en Estados Unidos. Algunos expertos, destacando que Obama votó a favor de un muro fronterizo el año pasado, dicen que ese pudiera no ser el caso.

Sin consideración a lo que Obama pudiera representar para las relaciones raciales en México o para el debate sobre la inmigración, una cosa es segura, destacó Fuentes. México le daría a Obama el mismo trato que le ha dado a otros presidentes estadounidenses.

''Quienquiera que termine en la Oficina Oval será tratado con respeto'', dijo. ``El poder supera todo''.

http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/story/157402.html


1 comentario:

conflagrador dijo...

Yo digo que los de la Costa Chica no deberían ser discriminados ni excluídos del país, tener las mismas oportunidades que el resto. Lo que no estoy de acuerdo esque traten de imponernos su identidad al resto del nosotros con esas cosas de "Tercera raís" (qué debido a que son tan minoritarios, por qué no en ese caso los Libaneses son la Cuarta Raís, los Menonitas la Quinta, los Franceses la sexta, etc?) o poniendo negros donde no los hubo. Les guste o no a algunos afro-americanos, los Mexicanos somos en su mayoría Mestizos. Es verdad, hasta el más Blanquito tiene algo de Indio y hasta el mas Indito tiene algo de Blanco. Pero de negro? No creo... tampoco me creo eso de que haya habido mas Negros que españoles como generalidad en el país, ya que en muchas partes del país hay muchos mestizos que se ven casi blancos, y nunca jamás he visto uno que se vea casi negro. Si de verdad hubiera habido más negros en la colonia (por muchos, como dice el artículo?), acaso no se notaría más?