Así como en Europa, los aficionados al futbol mexicano presentaron síntomas de racismo al hacer ruidos de mono cada vez que el brasileño de color Kléber Boas, jugador del América, tocaba la pelota durante un partido en casa de los Dorados de Sinaloa, disputado el 2 de febrero. Ante este fenómeno, jugadores y directivos trataron de convencer a los aficionados, mediante pancartas y declaraciones a la prensa, de que esas actitudes dañaban el balompié
martes, 30 de octubre de 2007
Brota racismo en Sinaloa
Sandra Becerril
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